Ignacio Escolar
eldiario.es
Es la misma prima de riesgo que se calmaría cuando cambiásemos la
Constitución; la misma que tenía nombre y apellidos y se llamaba
Rodríguez Zapatero; la misma que bajaría en cuanto gobernase Rajoy, en
cuanto se aprobase el plan de rescate a la banca, en cuanto pasasen las
elecciones griegas… Es la misma prima de riesgo que continúa disparada,
agotando todas las excusas y coartadas, asfixiando nuestro presupuesto
público, hipotecando nuestro futuro. ¿Por qué sigue subiendo? ¿Por qué
subió ayer cuando se suponía que debería de bajar? Cuatro teorías –todas
basadas en las hipótesis de varios economistas informados con los que
he charlado hoy– para explicar el porqué. Probablemente la respuesta
correcta sea una mezcla de las cuatro en proporciones hoy difíciles de
calcular.
1. La prima sube porque es un buen negocio. El
mercado de la deuda soberana está hoy casi cerrado para España. Desde
que las agencias de calificación nos quitaron los galones, los
inversores más estables –fondos de pensiones y similares– ya no pueden
entrar porque, por norma, solo pueden comprar valores etiquetados como
seguros. Solo se están cubriendo las subastas de la deuda –hoy habrá
otra– gracias a los propios bancos españoles y poco más. El rescate de
la banca ha secado aún más la financiación privada. Apenas se mueve
dinero en el mercado secundario y todos estos ingredientes forman el
caldo de cultivo ideal para que los especuladores hagan un gran negocio
hundiendo al bono español mientras el BCE se niega a actuar.
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