lunes, 25 de junio de 2012

Protocolos finales del capitalismo

Paul Wilder
Punto Final

La crisis financiera europea no tiene fondo y apunta hacia el cumplimiento de las predicciones más extremas, aquellas censuradas por la gran prensa y negadas, cual comentario insano, por financistas y gobernantes. Pero en un mundo enloquecido, controlado por los mercados y toda laya de especuladores, las únicas posibles verdades hay que sondearlas entre algunos académicos honestos, entre activistas e imparciales observadores. En la superficie, en los medios de comunicación corporativos, la información fluye con el mismo sesgo e interés que un aviso publicitario.

El curso que ha seguido la maraña financiera es mantener, por el tiempo que sea posible, un modelo que ha favorecido de forma inmensurable a las grandes finanzas y corporaciones. Mantenerlo a costa de lo que venga, que son alzas de impuestos a las personas, recortes salariales, eliminación de todos los beneficios sociales y represión, hasta el momento dosificada. Mantenerlo, si cabe, a costa de la clausura de toda la economía.

Es eso precisamente lo que vivimos en estos días. Si el tosco y desteñido discurso oficial intenta enmascarar la catástrofe económica con más y más endeudamiento, hay otras fuentes que revelan el inminente colapso global. Todas las miradas más o menos agudas están observando no solo el hundimiento de una variante extrema del capitalismo, sino de algo aún más pesado: el sistema capitalista mismo, por lo menos en su versión original occidental, aun cuando también ya comienzan a llegar oscuras noticias desde China. Lo que hace décadas, incluso años, parecía un delirio anticapitalista, hoy se destapa como una rara y cruda realidad......

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