Iván AH
EconoNuestra
En el siglo XVI cuando los
peregrinos visitaban Santiago de Compostela, iban al final de la tierra
conocida, “el finis terre” y observaban con encogimiento las aguas bravas y
oscuras del Mar Tenebroso, como se llamaba entonces. Nadie conocía qué había al
otro lado, si es que había algo. Hoy en día no hace falta ir al cabo de Finisterre pues conocemos que más allá está
el continente americano. Pero igual que los peregrinos del siglo XVI, nos
preguntamos qué habrá más allá de esta crisis financiera, si es que hay algo.
Observamos sobrecogidos las
turbulencias del Mar Tenebroso de los mercados financieros. Pero a diferencia
de esos peregrinos, hoy sabemos que tenemos soluciones, una de las cuales es la
creación de una banca pública. Hay países que ya la tienen, o la han tenido
como España. Tomar el control de las finanzas y generar un nuevo modelo
productivo, reequilibrando la producción es el plan de travesía y la banca
pública bajo control social puede ser el timón.
I. Financiarización
Una de las causas de la actual
crisis financiera es la naturaleza privada de la banca. Es cierto que la crisis
tiene efectos y causas diferentes en cada país, por tener cada uno una
estructura económica diferente. Pero también lo es que existen elementos
comunes a todos ellos. Por ejemplo, no tiene precedente el hecho de que la
crisis se haya originado en el mercado hipotecario de los USA, incluyendo a las
capas más pobres de trabajadores. Tradicionalmente las crisis se habían
producido como consecuencia de una sobreacumulación de deuda a empresas o
estados, pero no incluyendo a los trabajadores. Esto se debe a la
transformación de la actividad bancaria. Los hogares y las empresas gracias a
las nuevas tecnologías y a la liberalización financiera tienen un mayor acceso
a los mercados de capitales sin necesidad de la intermediación de un banco,
esto es, la desintermediación bancaria......
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