Madrilonia.org
Hay que enfrentarse a la realidad: este sistema nos limita el
imaginario. Pedimos (con razón) un mayor presupuesto para educación,
sanidad, investigación, solidaridad, etc. También solemos pedir que se
retire el último avance del capital, sea este el retraso de la edad de
jubilación, la privatización de servicios públicos, como la sanidad o la
educación, las reformas laborales, los recortes en educación, sanidad,
investigación, subvenciones, etc. Pero siempre estamos a la defensiva,
luchando contra una medida mientras se preparan diez más que limitarán
todavía más nuestro bienestar… Tenemos que tomar consciencia que todas
estas medidas se encuentran dentro del mismo marco, el capitalismo, y
que dentro de éste, cada reivindicación victoriosa solo es temporal y se
consigue a costa de las demás.
Por lo tanto, si lo que limita el horizonte es el capitalismo, pues la solución es clara: dinamitar este sistema. Descartando la solución violenta, ya que esta se enfrenta al estado donde está mejor preparado, nos queda la opción pacífica, más lenta pero más efectiva, a través de la movilización ciudadana. Pero para poder conseguir esta movilización, hace falta un horizonte emancipador, en oposición a matices deseables al sistema, pero que solo son parches que no lo ponen en peligro. Aquí comparto propuestas que me parecen responder (de manera no exhaustiva) a este propósito.
Una primera manera de dinamitar este sistema es repudiar la deuda. Con consecuencias inmediatas: nos libramos de la tutela invasiva de los acreedores, y sacamos recursos para cambiar la sociedad. Pero para librarnos verdaderamente de la tutela de las finanzas, también hace falta llevar a los responsables del sobreendeudamiento del estado ante la justicia. Para ello, la auditoría de la deuda es una herramienta perfecta, ya que permite sacar a la luz las circunstancias del endeudamiento. Además, la mayor parte de la deuda proviene de rebajas fiscales a grandes empresas y personas acaudaladas, y de tomar dinero prestado para pagar deudas antiguas e intereses en aumento.......
Por lo tanto, si lo que limita el horizonte es el capitalismo, pues la solución es clara: dinamitar este sistema. Descartando la solución violenta, ya que esta se enfrenta al estado donde está mejor preparado, nos queda la opción pacífica, más lenta pero más efectiva, a través de la movilización ciudadana. Pero para poder conseguir esta movilización, hace falta un horizonte emancipador, en oposición a matices deseables al sistema, pero que solo son parches que no lo ponen en peligro. Aquí comparto propuestas que me parecen responder (de manera no exhaustiva) a este propósito.
Una primera manera de dinamitar este sistema es repudiar la deuda. Con consecuencias inmediatas: nos libramos de la tutela invasiva de los acreedores, y sacamos recursos para cambiar la sociedad. Pero para librarnos verdaderamente de la tutela de las finanzas, también hace falta llevar a los responsables del sobreendeudamiento del estado ante la justicia. Para ello, la auditoría de la deuda es una herramienta perfecta, ya que permite sacar a la luz las circunstancias del endeudamiento. Además, la mayor parte de la deuda proviene de rebajas fiscales a grandes empresas y personas acaudaladas, y de tomar dinero prestado para pagar deudas antiguas e intereses en aumento.......
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