lunes, 17 de diciembre de 2012

Cuando la crisis aterriza en la ciudad

Emmanuel Rodríguez
Diagonal

Como un espejo distópico, la evolución y las tensiones de las macrociudades pueden ayudar a entender la actual crisis.
 
A principios de los ‘90 Ramón Fernández Durán, el malogrado compañero al que tanto le deben los movimientos sociales autónomos, escribía La explosión del desorden. La metrópoli como espacio de la crisis global. A finales de los 2000 Mike Davis, quizás el más original de los analistas del campo urbano contemporáneo, acababa dando cuerpo a Planetas de ciudades miseria, en el que recogía y sintetizaba abundante información sobre la explosión del urbanismo informal en el Sur global. A pesar de las distancias biográficas y de los más de 15 años que median entre la publicación de ambos trabajos, la hipótesis política venía a ser la misma: las grandes megalópolis, y especialmente las inmensas bolsas de miseria y urbanismo informal que las componen, van a ser, son ya, el espacio de mayor tensión del espectro social de nuestro tiempo.
 
La urbanización masiva y caótica, proliferante y brutal, se ha vuelto otra vez, dentro de la larga serie que ya siguiera Dickens en la primera mitad del siglo XIX, Engels unas décadas después, o ya en los años ‘20 los sociólogos de Chicago, la incógnita descarnada del futuro de la sociedad humana, la excrecencia geográfica más destacable del capitalismo histórico. Así parecen atestiguarlo los más de 250.000 asentamientos informales que la ONU cartografía en todo el planeta y los cerca de 2.000 millones de personas que viven en ellos. Bidon villes, favelas, villas, conventillos, chabolas; igual da, la forma urbana contemporánea por antonomasia es la de las construcciones precarias, la mayor de las veces sin reconocimiento legal, sin títulos de propiedad, sin servicios homologables a los de la ciudad formal. Unos espacios opacos, impenetrables, que muchas veces sólo saltan a la luz por la desgracia o la catástrofe natural, por las oleadas de pequeña criminalidad o por su potencial político explosivo.....
 

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