viernes, 7 de diciembre de 2012

El negocio de la sanidad

Esther Vivas.
Público.es
Hace algunos años Michael Moore retrataba brillantemente en ‘Sicko’ el negocio y la estafa sanitaria en Estados Unidos a manos de grandes compañías aseguradoras. Hoy éste es el modelo que se impone en el Estado español. Y, ¿adónde nos conducen dichas políticas? 50 millones de estadounidenses sin ningún tipo de cobertura sanitaria y 250 millones con seguro médico privado, que cuando necesitan un tratamiento, en muchos casos, les es negado. Si quieren ver lo que se nos viene encima, no se pierdan este film. Más que un documental, una película de terror.

Los Presupuestos Generales del Estado aprobaron para este año el mayor recorte nunca visto en materia sanitaria: 7.267 millones de euros. Una ofensiva en toda regla contra el actual sistema de salud y que significa, entre otras medidas, el fin de la atención sanitaria universal, dejando al margen las personas inmigrantes sin papeles; la reducción de prestaciones sociales diversas; o el establecimiento del copago sanitario, haciéndonos volver a pagar, y en sitios como en Catalunya por partida doble (copago estatal más copago catalán), aquello que hemos abonado previamente mediante impuestos.

Se trata de medidas que nos hacen retroceder décadas y que promueven una deficiente atención sanitaria, con largas listas de espera, reducción de personal e infraestructuras… para así empujarnos a las mutuas privadas. Está claro: el éxito del sistema médico privado radica en el mal funcionamiento del público. Nos quieren enfermos, pero suficientemente vivos para seguir pagando. Se promueve así una sanidad para ricos y otra para pobres. Y ésta deja de ser un derecho para convertirse en un privilegio.

Catalunya y el País Valencià han sido, tristemente, pioneras en dichas prácticas. Y quiénes las promueven cuentan con un dilatado curriculum en la empresa privada. Éste el caso de Boi Ruiz, actual consejero de sanidad de la Generalitat catalana, que antes de ocupar este cargo fue presidente y director de la principal patronal sanitaria catalana, La Unió Catalana d’Hospitals. Ahora le toca a Madrid. Y, cosas de la vida, Antonio Burgueño, director general de Hospitales de la Consejería de Sanidad madrileña, principal ideólogo de la privatización de hospitales y centros de salud, llegó a trabajar más de veinte años en el sector sanitario… privado. ¿Conflicto de intereses?.....

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