Vicenç Navarro
Público.es
Este artículo identifica las causas que originaron la crisis
económica y financiera actual a los dos lados del Atlántico, causas
enraizadas en las políticas que llevaron a cabo los Estados que
estimularon una enorme concentración de las rentas, creando un enorme
problema de demanda de bienes y servicios por una parte y un capitalismo
basado en la especulación por la otra. El artículo señala que,
consecuencia de ello, las élites financieras y económicas han aumentado
sus beneficios a costa del bienestar de la mayoría de las poblaciones,
ejemplo claro en el caso de España. Las políticas de austeridad tienen
como objetivo beneficiar los intereses del capital financiero,
privatizar las transferencias públicas y los servicios públicos del
Estado del Bienestar a fin de facilitar la intervención de capital
financiero en estos sectores y debilitar la protección social y con ello
la clase trabajadora y las clases medias.
En un artículo reciente indiqué que las
medidas que se están tomando para racionalizar el sistema financiero en
la Unión Europea no están teniendo un impacto en la resolución de la
Gran Recesión que la Unión Europea está experimentando (“¿Qué está
ocurriendo en la Eurozona?, Sistema 30.11.12). Según el Fondo Monetario
Internacional (FMI), la economía española descenderá un 1,5% del PIB, la
italiana un 2,3%, la portuguesa un 3%, la griega un 5,2%, la británica
un 0,6%, la alemana un 0,9% y la francesa un 0,1%. Para el promedio de
la Unión Europea, las predicciones de crecimiento económico son nulas,
como señala la Comisión Europea. En realidad, se calcula que el descenso
de la economía europea será de un 0,4% de su PIB. Un mal presente y un
futuro peor. Las reformas financieras parecen no estar mejorando la
situación. Antes al contrario, muchas de las medidas que se están
tomando para mejorar el sistema financiero, están empeorando, en lugar
de mejorando, la situación económica. El énfasis del Banco Central
Europeo (BCE) y de la Comisión Europea en continuar las políticas de
austeridad es un claro ejemplo de ello. Se argumenta que la disciplina
fiscal (reducir el déficit público de los Estados) es clave para
recuperar la confianza de los mercados financieros. De ahí que, como
consecuencia, se están realizando más y más recortes en las
transferencias y en los servicios públicos del Estado del Bienestar......
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