José Antonio Martín Pallín .
El País
En el año 1787 el gran filósofo y humanista Jeremías Bentham se
pronunciaba, de forma categórica, en defensa de la usura como motor de
la economía. Como buen liberal utilitario sostenía que poner límites a
los préstamos era un atentado contra la libertad. Reflexivo y
autocrítico se propuso indagar sobre cuales podrían ser las causas que
justificarían reducir los tipos de interés en los préstamos. Manejaba
varias claves: la prevención de la usura, la prevención de la
prodigalidad, la protección de la indigencia contra la extorsión, la
contención de la temeridad de los promotores y la protección de la
simpleza contra el engaño.
Las reflexiones de Jeremías Bentham que tan valiosas aportaciones han
hecho a las ciencias sociales y jurídicas, se producían en el contexto
social de su época. Es una lástima que no pueda proyectar su pensamiento
sobre las reglas económicas que rigen nuestro mundo globalizado.
El que presta dinero quiere obtener una rentabilidad en forma de
intereses y una garantía que cubra los perjuicios que se derivan de su
impago. En España los Montes de Piedad, nacieron para atender las
demandas de las clases sociales más necesitadas concediéndoles préstamos
gratuitos sin interés, garantizados con joyas y ropas para suavizar los
abusos de la usura. La no devolución del préstamo otorga a la entidad
la propiedad del collar o del anillo, liberando al que lo empeñó de
cualquier otra responsabilidad.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario