jueves, 19 de enero de 2012

De la austeridad bien entendida

José Antonio Pérez
ATTAC Madrid 
 
“Me predicas constantemente el evangelio del ahorro y la abstención. Perfectamente. De aquí en adelante, voy a administrar mi única riqueza, la fuerza de trabajo, como un hombre ahorrativo, absteniéndome de toda necia disipación”.
 
El Partido Popular, que además del Gobierno central, extiende su égida a lo largo y a lo ancho de los distintos gobiernos regionales, ha anunciado ya las primeras medidas económicas. Parapetado en su bunker de la Moncloa, Mariano Rajoy ha lanzado a sus ministros a emprender, tijera en mano, la primera tanda de recortes presupuestarios. Recortes que afectan sobre todo a las capas de población más débiles. Ha congelado el salario mínimo, una medida que ni siquiera sus propios votantes ven con agrado. El PP ha efectuado una demagógica subida de las pensiones, un ridículo 1%, que en la realidad de traducirá en una bajada de la cuantía efectiva tan pronto entre en vigor el nuevo incremento del IRPF.
 
Es admirable el fervor con que la derecha política, tanto española como foránea, ahora que se ha hecho con las riendas del poder, defiende la austeridad en las cuentas públicas. Una austeridad poco creíble, puesto que la aplican recortando cuanta paja ven en ojo ajeno, olvidando el desmesurado tamaño de la viga que llevan en el ojo propio.
 
Verán, como a otros muchos millones de españoles, a un servidor no le tienen que dar lecciones de austeridad. Llevamos la austeridad en la sangre esa legión de hombres y mujeres que tal vez no seamos demasiado virtuosos, pero austeros lo somos por definición y fuerza mayor.....

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