Pepe Martínez
Apuntes para la reflexión sanitaria
Para poder comparar gasto
sanitario es preciso aclarar que hay tres grandes modelos de organización de
los servicios sanitarios: el de mercado, el de Seguridad Social (Bismark) y el de
Impuestos Generales (Beveridge). Los tres son el resultado de combinar de diferente forma los
tres elementos básicos con los que están construidos todos los sistemas
sanitarios: fuentes de financiación –recursos económicos-, proveedores
-médicos, hospitales, farmacias, etc.-, y mecanismos de asignación de los
recursos a los proveedores.
En el modelo de mercado (USA) la
sanidad es fundamentalmente privada, de manera que el acceso de los ciudadanos a
la misma depende de su poder adquisitivo, contratando las prestaciones que las
aseguradoras les ofrecen. Aunque la
atención sanitaria es, probablemente, la mejor del mundo para los ricos, su
alto coste y la poca intervención estatal implican que ésta es precaria e
incluso inexistente para los pobres y desempleados. Un 15% de la población
estadounidense carece de seguro médico, y los programas financiados con fondos
públicos, Medicare y Medicaid, sólo cubren a personas mayores de 65 años, a los
minusválidos y a los muy pobres[1].
En la siguiente entrada veremos cuánto cuesta a pesar de sus coberturas y
prestaciones.....
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