José Martínez López
Apuntes para la reflexión sanitaria
Obviando la controversia
sobre nuestro déficit público,
aceptemos que es conveniente reducirlo. ¿Nuestra sanidad pública es parte del
problema o de la solución?
Como he expuesto en una entrada anterior, no es lo mismo sanidad pública que Sistema Nacional de Salud pero, para poder establecer comparaciones, obviemos esta importante diferencia (de 73.800 a 67.049 millones de euros) y, con todo, realicemos la comparación. El gasto de nuestro SNS está en el punto de mira de la oleada neoliberal que domina el comportamiento de nuestros gobiernos y se reclaman recortes de prestaciones, externalizaciones e incluso privatizaciones.
Como he expuesto en una entrada anterior, no es lo mismo sanidad pública que Sistema Nacional de Salud pero, para poder establecer comparaciones, obviemos esta importante diferencia (de 73.800 a 67.049 millones de euros) y, con todo, realicemos la comparación. El gasto de nuestro SNS está en el punto de mira de la oleada neoliberal que domina el comportamiento de nuestros gobiernos y se reclaman recortes de prestaciones, externalizaciones e incluso privatizaciones.
España tiene un SNS con
financiación directa de los presupuestos generales del Estado, sus proveedores
son empleados públicos contratados directamente por la administración sanitaria
y, salvo las externalizaciones, las infraestructuras y recursos son bienes
patrimoniales propios del sistema. Tiene una organización descentralizada
(Comunidades Autónomas) estructurada en áreas sanitarias (coordinación centros
de salud y hospitales), ofrece una cobertura universal e integra todas las
actividades asistenciales (promoción, prevención, asistencia y rehabilitación) sin que su prestación esté limitada por el
poder adquisitivo de los ciudadanos ni por sus cotizaciones o cualquier otra
razón distinta a las necesidades de su problema de salud. También incluye el
coste de los medicamentos.
Cabe preguntarse si nuestro
modelo sanitario es menos eficiente que otros y si precisa una modificación que
mejore sus rendimientos (gasto/ resultados en salud). Además, es fundamental
analizar si las posibles “mejoras” deberían orientarse hacia una mayor
privatización de la financiación (menos sanidad pública, menos prestaciones),
una mayor externalización (conciertos) que, al fin y al cabo, son los
mecanismos que “sugieren los mercados” tal como se están llevando a cabo en los
países gobernados directamente por sus empleados[2]
o, por el contrario, el modelo es el adecuado y, de las posibles vías para reducir el déficit,
sean una mayor financiación y una mejor gestión las opciones más recomendables.....
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