Sin Permiso
Poco antes de
Navidades, los bancos se encontraron con el “ahora te toca a tí”: el Banco
Central Europeo (BCE) ha ofrecido un marco crediticio completamente nuevo: la
gigantesca suma de casi medio billón de euros, a tres años y un interés tan
bajo –un uno por ciento, el actual tipo de interés oficial del banco central–, que
parece sacado de un cuento de hadas. Y los clientes se sirven ávidos, entre
otras cosas porque el BCE acepta prácticamente todos los empréstitos de los
países de la eurozona como garantías. Los negocios bancarios son fluidos, pero
eso ayuda poco. El comercio interbancario sigue estancándose porque los bancos
no se fían los unos de los otros mientras avanzan por este camino, así que no
puede hablarse de un boom en los créditos de inversión.
¿Adónde fue el
dinero? Algunos bancos han comprado bonos públicos, España e Italia pueden
colocar con éxito sus títulos de deuda de dos a cinco años, pero la mayoría de
bancos quieren poner su dinero de inmediato en las cajas fuertes del BCE. Y esas
cajas fuertes rebosan: más de 450 mil millones de euros descansan ya en ellas.
Los bancos nadan en dinero y son, como siempre, histéricos acreedores del
estado. Puede verse como si hubiera sido favorable para el BCE comprar bonos
públicos de los países que atraviesan problemas económicos y embolsarse con
ello los intereses. Pero el gobierno alemán lo rechaza, porque un procedimiento
así supuestamente socava la disciplina presupuestaria. ....
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