Antonio Aramayona
El Periódico de Aragón
La semana apareció en la prensa a grandes titulares que en la
negociación entre las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos UGT y
CCOO, los sindicatos aceptan convertir trabajos de jornada completa en
contratos a tiempo parcial, así como subir los salarios por debajo del
IPC a cambio de crear puestos de trabajo. Algo así como que alguien
plantee el dilema de cortar cada día una falange de una mano a cambio de
no morir asfixiado.
Sorprende que los dos sindicatos mayoritarios acepten tal
planteamiento en lugar de levantarse de la mesa de negociación y
largarse por donde han venido: no hay por qué quedarse diariamente sin
una falange de la mano ni morir asfixiado, sino que la patronal se vaya a
hacer gárgaras y se atenga a las consecuencias. Ni rebajas de jornada y
de sueldo ni despidos, pues la solución para cinco millones de
desempleados no es rebajar o cortar en perjuicio de los trabajadores,
sino exigir responsabilidades a los verdaderos perpetradores de la
crisis económica y quitar de sus manos el casino económico y financiero
que manejan a su antojo y en su exclusivo beneficio.
Por eso mismo, el secretario general de la UGT, Cándido Méndez,
incumple su obligación institucional de defender los intereses de la
clase trabajadora cuando declara: "En una disyuntiva entre crecimiento
de los salarios o el mantenimiento del empleo, nos quedamos
decididamente con el puesto de trabajo". Nadie le manda aceptar esa
disyuntiva, falaz y tramposa, que deja además la resolución en manos del
empresariado y de sus promesas de crear puestos de trabajo (precarios y
minúsculos).....
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