Pablo Sanz
Rebelión
I
El Sistema global hoy dominante se nos había presentado en
la teoría y política económica como eminentemente racional. Antes de
2008 parecía capaz de determinar los libres impulsos de los agentes
económicos en el Mercado, dónde interactuaban los egoísmos particulares
en supuesta armonía, movidos por una “Mano Invisible”, tal como la
formuló Adam Smith en su Teoría de los sentimientos morales (1759).
Resulta
que la realidad ha hecho sucumbir a la fuerza todos estos
planteamientos y esquemas racionalistas del Mercado Perfecto. Todo eran
espejismos, humos y burbujas. El Mercado ni es “Perfecto”, ni puede
serlo, ni existe un galimatías denominado Libre Mercado así como tampoco
la supuesta Mano Invisible, que ciertamente ni es una ni es invisible
(Mercados Financieros y Gobiernos).
Después de la 2º Guerra
Mundial, el mundo “libre” parecía navegar viento en popa impulsado por
la creación de una serie de organismos desde Bretton Woods: el Banco
Mundial, la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario
Internacional… Todos ellos junto con la Reserva Federal y los demás
Bancos Centrales, parecían conformar una excelente superestructura para
un gobierno financiero mundial al servicio de la banca internacional de
inversión y grandes corporaciones....
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