miércoles, 11 de abril de 2012

Entre el suicidio y la guillotina

Juan Francisco Martín Seco
Público.es.

A pesar de los esfuerzos realizados por la prensa griega para silenciar el suceso, la opinión pública de Europa se ha visto sobrecogida por el suicidio público del farmacéutico griego Dimitris Christoulas, de 77 años de edad, en la plaza Sintagma de Atenas. Este suicidio no es uno más de los muchos que ocurren en Grecia como consecuencia de la crisis. Tiene una importante dimensión política, porque así lo ha querido su autor suicidándose en público frente al Parlamento griego y dejando un escrito que es casi un manifiesto. “Dado que no tengo una edad que me permita responder activamente (aunque sería el primero en seguir a alguien que tomase un kalashnikov), no encuentro otro modo de reaccionar con dignidad que poner un fin decente a mi vida antes de comenzar a rebuscar en la basura para encontrar comida”.

Christoulas, en la nota, hace responsable al Gobierno de Papademos, al que califica de ocupación, de “aniquilar cualquier esperanza de supervivencia” y lanza un grito que pretende ser una profecía: “Creo que los jóvenes sin futuro algún día cogerán las armas y en la plaza Sintagma colgarán a los que traicionaron a la nación lo mismo que los italianos hicieron en 1945 con Mussolini”.  A Papademos le dedica el epíteto de Tsolakoglu, en alusión al que fue primer ministro de Grecia en el Gobierno colaboracionista con los nazis durante la invasión de 1941.....
 

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