Luis A. Bermejo
Economista y miembro de Attac Murcia
La Opinión de Murcia.
En estos días, en los que parece que hemos descendido un nuevo
escalón en la imaginaria escalera que nos lleva al desastre económico,
con la confirmación de la entrada en recesión, el incremento de la prima
de riesgo y el consecuente encarecimiento del coste de la deuda pública
emitida por el Estado, se han presentado en el Congreso los
Presupuestos Generales del Estado. A su vez, el Gobierno ha aprobado
reformas en educación y sanidad que suponen una reducción adicional de
los recursos destinados a esas áreas de gasto social por importe de
10.000 millones de euros.
Los presupuestos presentados han
recibido múltiples epítetos, a los que podría añadir uno más,
calificándolos como los presupuestos del hambre. Hambre para hoy a
cambio de algo mejor, pero indeterminado, para mañana. Y es que, con
indiferencia de la posible efectividad en la consecución de los
objetivos de déficit, lo que auguran los mismos es un deterioro
generalizado de la coyuntura económica y, lo que es más importante, de
los servicios sociales que financiamos los ciudadanos a través de los
impuestos.
Ante este panorama, cabe preguntarse si esta es
la única opción posible para reconducir la situación económica,
recuperar la actividad y, lo que es más importante, reducir la tasa de
desempleo que, aparentemente, es la mayor preocupación de la ciudadanía.
Pregunta a la cual sólo puede darse una respuesta negativa, tanto si
nos fijamos en la posición de los partidos políticos como si atendemos a
la ausencia de debate social de los mismos.......
No hay comentarios:
Publicar un comentario