La Jornada
Editorial.
Ante la andanada de
protestas sociales por las medidas económicas devastadoras que ha venido
tomando la administración del Partido Popular (PP) en España, el
presidente de gobierno, Mariano Rajoy, replicó, con insensibilidad
presentada como franqueza, que
cada viernes continuarán las reformas, y el viernes que viene, también. El ominoso anuncio es augurio de nuevas pérdidas sociales en materia de educación, salud y bienestar en general, y representa una confirmación brutal de que Rajoy no gobierna para los ciudadanos sino para
los mercados, según el eufemismo que designa al puñado de intereses financieros que se beneficia con los recortes indiscriminados al gasto, las alzas generalizadas de impuestos y el sacrificio de la población como estrategia para hacer frente a la aguda crisis económica.
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