Antonio Aramayona – ATTAC CHEG Aragón
La Utopía es necesaria.
Desde muy niños damos por supuesto que los padres y el adulto en
general garantizan todo un mundo de certezas, pues representan la fuente
y el criterio de lo que es bueno y malo, verdadero y falso. Así, se
acata sin rechistar que no hay que mentir ni pegar, sino obedecer, comer
y acostarse a sus horas, cepillarse los dientes, cruzar la calle como
es debido o comer algo de fruta y verdura, de tal forma que, si uno
infringe la norma, no es insólito esconderse o mentir.
Los papás se nos antojan guapos, grandes, poderosos, y de ellos
obtenemos alimento y seguridad. Sin embargo, una de las cosas que menos
aprendemos a esa edad (tampoco suele enseñarse) es a cuestionar lo que
nos van diciendo y silenciando, lo que vamos viendo, viviendo y
experimentando. Como botón de muestra, se suele decir que debe
fomentarse la lectura, pero raramente que se puede cuestionar lo leído.
Vamos creciendo, tornándonos pasivos, asumiendo acríticamente lo que
va ocurriendo, hasta quedar guarecidos dentro de una exigua y
confortable concha o repetir por sistema que nada puede hacerse y que
los únicos responsables son los gobernantes y los que están arriba.......
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