Manifiesto Global: Tomemos las calles el 12 M !!
Vivimos
en un mundo dominado por fuerzas incapaces ya, si es que alguna vez
lo fueron, de aportar una vida digna a todos los habitantes del
planeta, garantizando los derechos básicos de existencia que nos
permitan vivir con dignidad y libertad. Un mundo dónde se nos dice
que no hay más alternativa que la pérdida de derechos adquiridos
tras largas luchas, o la renuncia a siquiera disfrutarlos.
Hemos
llegado a un mundo en el que el triunfo se ha asimilado a la pérdida
de valores esenciales de la humanidad, como la solidaridad y el apoyo
mutuo. Es más, todo aquello que no fomente la competitividad, el
egoísmo y la avaricia es presentado como disfuncional. Una ideología
inmoral que se ve reforzada por la hegemonía cultural de los grandes
medios de comunicación, auténticos instrumentos para crear el
consenso necesario alrededor de este sistema injusto e insolidario.
Pero
no nos hemos quedado callados. Hemos despertado nuestras conciencias,
y estas se han sumado a una ola de conciencia colectiva que
está iluminando el planeta de una punta a otra. Desde Túnez a la
Plaza Tahrir, desde Madrid a Reijkiavik, desde Nueva York a Bruselas,
los pueblos del mundo se han alzado, en la Primavera Árabe, en la
dignidad islandesa, en la indignación del 15M o la Ocupación de
Wall Street. Todos unidos hemos denunciado el estado actual del
mundo. Nuestro esfuerzo ha servido para decir basta ya a escala
mundial, y comenzar a forzar cambios, aún nacientes pero en los que
debemos seguir avanzando.
Es
por ello, que nosotros, mujeres y hombres, habitantes de este
planeta, hemos decidido libre y fraternalmente hacer oír nuestra voz
otra vez este 12 de Mayo en todo el mundo, para denunciar el estado
actual de nuestro planeta, y exigir la aplicación de otras políticas
distintas, destinadas al fomento y promoción del bien común.
Denunciamos
que la actual distribución de los recursos económicos es tal que
sólo una minoría muy exigua escapa de la pobreza o la precariedad.
Las generaciones futuras están condenadas a recibir una herencia
envenenada debido a los riesgos medioambientales provocados por muy
pocos para su beneficio. Los sistemas políticos democráticos, allí
dónde los hay, han sido vaciados de sentido casi en su totalidad,
poniéndolos al servicio de los mismos que sólo están interesados
en aumentar el beneficio para sus corporaciones o instituciones
financieras, sin importar el destino del planeta o de sus habitantes.
También
denunciamos que la actual crisis no es un accidente natural. Ha sido
provocada por la avaricia de los mismos que han llevado al mundo
hasta esta situación. Con la ayuda de una ciencia económica que ha
perdido su sentido original de gestión del bien común, para
convertirse en ideología al servicio del poder financiero, pretenden
imponer medidas que asfixian aún más a miles de millones de
personas, sin pedirles permiso, tan sólo argumentando que no hay
otra solución posible. Dicen que debemos dejar nuestro futuro en
manos de los mismos expertos que lo están destruyendo.
Pero
también, aquí y ahora, hemos vuelto. Hemos despertado y ya no sólo
para quejarnos. Ahora apuntamos a los verdaderos causantes de la
crisis, a sus políticas y a sus mentiras disfrazadas de vacía
retórica. Y proponemos alternativas a sus políticas, que permitan
remediar la actual situación y avanzar hacia un mundo más
democrático, dónde reinen los valores de la libertad, la igualdad,
y la fraternidad, el viejo sueño de nuestros antepasados cuando se
levantaron contra la opresión en el pasado por todo el planeta. Un
mundo donde cada hombre o mujer tenga garantizado el derecho a la
libre búsqueda de la felicidad, personal y colectiva
Esto
es lo que exigimos:
La
economía debe estar al servicio del bienestar general y del sostén
y cuidado del medio ambiente, no del beneficio privado. El trabajo
además debe de ser valorado y recompensado por su utilidad social,
no por su productividad comercial o financiera......
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