Luis Roca Jusmet
Rebelión.
Frente a la deriva a que nos conduce el capitalismo, totalmente
irracional e insostenible, aparecen diferentes registros desde los que
pueden plantearse críticas radicales a su lógica devastadora. Unas son
éticas, otras son morales y otras son políticas.
La diferencia
entre ética y moral es confusa : para algunos son sinónimos, porque se
usan de manera indistinta, para otros la ética es la reflexión crítica
sobre los sistemas morales. Pero para mí lo más fecundo es recuperar el
sentido originario de la ética, entendido como arte de vida, como
búsqueda de la buena vida. Lo distinguimos así de la moral como algo
referido al otro, a nuestras obligaciones con el semejante. Aristóteles
fue el primero que entendió la ética como el camino a la felicidad, que
no era otro que el desarrollo de nuestras capacidades, de nuestro
potencial humano. Michel Foucault recuperó este sentido y buscó en los
textos antiguos materiales para el presente. Para que nos ayudaran a lo
que él llamó
el cuidado de sí . Se trataba de un trabajo interior
para hacer de nuestra vida una obra de arte, algo ética y estéticamente
satisfactorio. La pregunta es si el capitalismo nos facilita las
condiciones para esta buena vida, para la creatividad personal. Sabemos,
siguiendo al mismo Marx, que el capitalismo ha supuesto un formidable
desarrollo de las fuerzas productivas. La tecnología ha liberado
inmensos recursos para hacer la vida más larga, más fácil y más segura.
Pero sabemos igualmente que este crecimiento es insostenible por sus
efectos y por lo limitado de los recursos naturales. Sabemos que solo
una parte de la humanidad está disfrutando de ellos. Sabemos también que
estos recursos no están al servicio de las necesidades reales. Sabemos
finalmente que la riqueza material no ha conducido a una mayor felicidad
en los humanos.....
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