martes, 22 de mayo de 2012

Pulso entre la "primacracia" y la democracia en España

Alfredo Serrano Mancilla, Sergio Martín Carrillo  
El Telégrafo

La periferia europea, denominada como PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) por los medios financieros dominantes, sigue siendo objeto de la actualización del Consenso de Washington. Este consenso del neoliberalismo del siglo XXI, que bien podría llamarse Consenso de Frankfurt, apuesta por viejas recetas con resultados muy conocidos, sobretodo en América Latina. Más planes de (des)ajuste y (des)estabilización para la periferia europea dejando cada vez más nítido el rol de ésta para la nutrición de las transnacionales con sede en los países centrales de Europa. La (des)integración europea continúa por el camino fijado velando por la tasa de ganancia de unas cuantas empresas, caiga quien caiga. Las transeuropeas siguen obteniendo muchos beneficios a costa del nuevo mercado común, del ajuste laboral y del ajuste fiscal-financiero que permite reportar grandes dividendos a las empresas financieras acreedoras de la burbuja de la deuda. 

Durante este periplo, en España, el neoliberalismo del siglo XXI se cristalizó en una suerte de boomerang inmobiliario, acompañado de una política económica sin atención a la economía real. El sistema financiero se centró en obtener ganancias de un casino sin reglas definidas. La política financiera, de hecho, perseguía a ultranza objetivos de máxima rentabilidad sin hacer ningún esfuerzo por contribuir a objetivos de la desaparecida economía real. La política financiera no estaba dirigida al terreno productivo; no cumplía función social alguna ni tampoco económica. En medio de esta reorientación neoliberal de la política financiera, se rediseñó el sistema de caja de ahorros en España que ayudó a disponer de un sistema financiero más privatizado, menos social y económico, y mucho más oligopólico. 

La semana pasada aparecía un escándalo más dentro de un marco de crisis sistémica del capitalismo. Esta vez era la hora de Bankia, quien había sido fruto del proceso concentrador de fusiones de las cajas de ahorro en el estado español. Una auditoría interna pone de manifiesto la verdadera situación económico-financiera de la entidad con un agujero de 15.000 millones de euros. El sistema financiero español había engordado la cuenta de dividendos en base a una política de poseer activos inmobiliarios.....

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