EconoNuestra
Declaración.
La nacionalización parcial de
Bankia, intervención de hecho de la entidad, llevada a cabo por el gobierno del
Partido Popular, es un hito importante, y no el último, en el desarrollo de la
grave crisis en la que está instalado el sistema bancario.
La forma en la que se ha
realizado la intervención es tanto un reflejo de las contradicciones que
recorren al PP, como de la falta de profesionalidad de sus dirigentes, en un
tema en el que deberían tener interés en aparecer como gente capaz. Un suceso
tan relevante como la nacionalización de una entidad sistémica, señalada
públicamente como tal por el FMI, ha sido ejecutado con improvisación,
filtraciones y titubeos. Fácilmente se podría haber disparado el pánico de los
depositantes, con lo que alguna modalidad de “corralito” habría sido una
realidad en nuestras tierras.
Las contradicciones del PP se
pueden resumir en lo siguiente: “No salen las cuentas”. Los rescates, éste y los próximos, se llevan por
delante las más optimistas previsiones sobre el cumplimiento de los objetivos
de déficit público. Las cifras que están en juego superan, en orden de
magnitud, los bestiales recortes anunciados y aprobados. Por mucho que se
empeñen en repetir que esto no va a costar nada, las cuentas no salen. La
economía española está inmersa en un bucle contractivo de tal magnitud, que
hace perecederas al instante cualquier cifra estimada sobre el volumen de las pérdidas de las entidades
financieras. El volumen de los activos que en los bancos no generan
rendimientos, total o parcialmente, va a seguir creciendo, porque el efecto
contractivo de los recortes solo se ha manifestado de forma incipiente. Es
decir, la necesidad de provisiones y el reconocimiento de pérdidas van a
continuar.......
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