Albert Recio Andreu
Mientras Tanto-e
Cuaderno de depresión: 7
Dos mentiras sobre la reforma laboral
I. Los partidarios de
las reformas estructurales están exultantes. Por fin una reforma del
nivel que pedían desde hace tiempo. El gobierno de Rajoy sí que está a
la altura de lo que piden los neoliberales; no le tiembla el pulso a la
hora de aplicar medidas impopulares ni de poner firmes a los
asalariados. Salvando las distancias, estamos en una situación que
rememora viejos tiempos, los del Bienio Negro de la Segunda República,
con una derecha dispuesta a demoler todas las reformas progresistas y,
en especial, a poner de rodillas a las clases trabajadoras. Más o menos
lo que hicieron tres décadas atrás Ronald Reagan y Margaret Thatcher,
que al fin y al cabo son el modelo en el que se ha orientado la derecha
española.
La reforma laboral es uno de los ladrillos importantes
de este proyecto reaccionario. No es tampoco sorprendente el apoyo de
los líderes internacionales al proyecto, puesto que estos participan
mayoritariamente de la misma visión del mundo y de los mismos intereses
que el gobierno actual (y buena parte del anterior). No se podía esperar
otra cosa de gente convencida de que los mercados solo funcionan
adecuadamente allí donde los asalariados no tienen capacidad de acción
colectiva y los derechos de los empleados se reducen a poco más que
recibir un salario en compensación por las horas que son contratados. De
gente que ha hecho un esfuerzo político, cultural y propagandístico
para expulsar del debate público (y del académico) cualquier referencia a
las desigualdades estructurales características de las sociedades
capitalistas y para reducir el debate económico al tramposo tema de la
competitividad. Han conseguido sacar de plano la lucha de clases y han
trasmutado la rivalidad capitalista en una especie de inocua competición
deportiva. Por esto ahora se atreven a presentar las reformas
estructurales como meras soluciones técnicas y los planes de ajuste como
sacrificios inevitables. Sin replantear el contexto, la reforma laboral
era una cuestión cantada.......
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