Pascual Serrano
Mundo Obrero
Existen dos historias sobre el
comportamiento animal que pueden resultarnos muy sugerentes para
aplicar al comportamiento humano en la situación política actual.
Una de ellas es la parábola de la rana y el agua hirviendo, una
historia, no sé cuánto de verdadera, que se utiliza en seminarios y
cursos de autoestima. Relata que, si se echa una rana a una olla con
agua hirviendo, ésta percibe la mortal temperatura, salta
inmediatamente hacia afuera y consigue escapar de la olla sin
quemarse. En cambio, si inicialmente en la olla ponemos agua a
temperatura ambiente y echamos la rana, ésta se queda tan tranquila
dentro del recipiente y, si comenzamos a calentar el agua poco a
poco, la rana no reacciona bruscamente sino que se va acomodando a la
nueva temperatura del agua hasta perder la conciencia y terminar
muerta por el calor. Esta historia nos debería evocar la forma en
que, desde el poder, logran que terminemos aceptando situaciones que
deberían provocar nuestra sublevación mediante el método de ir
poco a poco poniéndolas en práctica y de esta forma terminamos
sufriéndolas gradualmente sin darnos cuenta de lo que nos están
haciendo. Sin duda, las medidas económicas aprobadas en Europa
contra los ciudadanos son un ejemplo claro. Basta recordar que hace
unos años utilizábamos el término mileurista para
referirnos al joven que se encontraba con un contrato de trabajo
malamente remunerado y hoy cuántos quisieran encontrar una oferta
así.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario