Rebelión
El futuro del movimiento del 15 de mayo depende de factores varios:
si uno de ellos es la condición de las políticas de nuestros
gobernantes, otro lo aportan circunstancias azarosas de muy difícil
consideración. Pero, por encima de todo, el porvenir del movimiento
depende de la capacidad de éste para hacer frente a un puñado de retos
que se presentan en su horizonte inmediato. Identificaremos aquí diez de
esos retos.
1. El movimiento debe combinar las grandes
campañas -marchas, manifestaciones- con un trabajo local de carácter
descentralizado. Las primeras contribuyen a fortalecer la imagen pública
del 15-M, en tanto el segundo da sentido pleno a su presencia y amplía
la base de apoyo. En la trastienda, l@s activistas del movimiento deben
ser conscientes de que, aunque éste suscita una innegable simpatía entre
la gente común, las más de las veces no provoca el acercamiento de esos
simpatizantes declarados a asambleas y campañas.
2. Es
urgente ratificar la deriva ideológica registrada desde la primavera y,
al respecto, y en particular, hay que mantener la radicalidad sin
exclusiones. En la mayoría de los lugares -claro que hay excepciones- el
movimiento ha dejado atrás las propuestas de cariz meramente
ciudadanista, que invitaban a contestar algún aspecto preciso del orden
que padecemos, para adentrarse en otra de naturaleza orgullosamente
anticapitalista, en franca y global contestación de la miseria que se
nos ofrece. Cada vez se hace más necesario ir más allá de la crítica de
los síntomas externos de la enfermedad -la corrupción, la precariedad-
para apuntar al núcleo de los problemas: el capitalismo como un todo....
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