Antonio Aramayona – ATTAC CHEG Aragón
Miembro de Europa Laica.
La justicia (económica y de cualquier otro tipo) requiere un marco
previo de igualdad: la voluntad de justicia será en vano si previamente
no nos creemos iguales en derechos y obligaciones. Los seres humanos
reclamamos una sociedad y un mundo justos porque los derechos humanos
han de ser ejercidos en plena igualdad de condiciones y oportunidades.
Los privilegios tenidos por un sector de la sociedad atentan contra
el principio de igualdad. El origen y disfrute de esos privilegios son,
en y por sí mismos, injustos. Uno de los sectores más privilegiados
desde hace siglos en España y en buena parte del mundo occidental es la
Iglesia católica, representada oficial e institucionalmente por el
Estado del Vaticano. Sobre la base de un Concordato firmado en 1953
entre el régimen dictatorial del general Franco y el Vaticano, y unos
Acuerdos económicos, fiscales y educativos de 1979 entre esas mismas
partes, el sector eclesiástico católico se ha visto beneficiado de
enormes privilegios.
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