Armando B. Ginés
Rebelión
Los partidos políticos de la izquierda parlamentaria muestran sus
simpatías a medias por el movimiento 15M, mientras los sindicatos
mayoritarios ponen la sordina a sus comunicados públicos. Ni unos ni
otros están en contra pero tampoco quieren echar flores de modo
manifiesto. Muchos se acercan al 15M de tapadillo, a título individual.
El surgimiento del 15M puso en solfa muchos clichés intocables de la
transición: la forma de Estado sobrevenida por la dictadura franquista,
los límites del sistema consensuado desde arriba y la democracia
reducida al pactismo institucional y los votos cautivos ahormados por la
ley electoral.
No había cauces (sigue sin haberlos) para que el
pueblo (la clase que vive de trabajar) pudiera expresar adecuadamente
sus inquietudes y capacidades. El pulso vital de la ciudadanía estaba
desaparecido desde hacía décadas siguiendo el curso de maneras de hacer
política que ya no aportaban ideas originales o renovadas de canalizar
la participación del pueblo llano.
1 comentario:
Al 15 M les quedan muchas cosas por mejorar.
No sé qué problema tienen con decir que son de izquierdas. No sé si es que están acomplejados y no quieren reconocerlo o es que son unos cobardes e interesados.
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