Reuters
La Jornada
Madrid, 29 de octubre. Silvia sabía que las cosas serían difíciles, pero nunca tanto.
Cobrando 300 euros (5 mil 520 pesos, aproximadamente) al mes por el mismo trabajo que los profesionales asalariados en relaciones públicas a su lado, no gana lo suficiente como para dejar la casa de sus padres y gasta la mayor parte de su sueldo en el pase de autobús y los gastos de almuerzo.
Pero pese a sentir que su empleador incumple las reglas que limitan el uso de contratos laborales sin beneficios, no se quejará ante el Ministerio de Trabajo porque se considera bendecida por tener siquiera empleo.
Desde pequeña mis padres me alentaron a conseguir un título para encontrar un buen empleo. Pero tengo suerte de siquiera tener trabajo. Éramos 30 en mi clase y yo soy una de las que mejor les está yendo con su carrera, dijo Silvia. No quiso que se usara su apellido en caso de sufrir repercusiones en su trabajo.....
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