Carlos Carlesi
Rebelión
Traducción Susana Merino
Un hombre de saco y corbata apareció un día en un importante pueblo del interior.
Se subió, en el mercado, a un cajoncito de fruta anunciando a gritos a los que pasaban que compraría a 100$ cada uno todos los asnos que quisieran venderle.
Los campesinos se hallaban ciertamente sorprendidos pero el precio era tentador y los que aceptaron volvieron a sus casas con las billeteras colmadas, felices como unas pascuas, pensando que con mucho menos podrían volver a comprar otro en el pueblo vecino.
El hombre volvió al día siguiente y ofreció esta vez 200$ por cada asno y nuevamente muchos le vendieron sus animales.
Al día siguiente ofreció comprar a $300 los asnos que aun quedaran en el pueblo.
Como ya no quedaba ninguno ofreció comprar a $500 a quién le llevara uno diciendo que luego se iría. Ante tal cifra los campesinos fueron a buscar asnos en las aldeas vecinas pero también allí todos los asnos habían sido comprados por “alguien” .
Al día siguiente mandó al pueblo a su socio, a quién nadie conocía con la recua de asnos que había comprado con la orden de vender cada bestia a $ 400.....
Se subió, en el mercado, a un cajoncito de fruta anunciando a gritos a los que pasaban que compraría a 100$ cada uno todos los asnos que quisieran venderle.
Los campesinos se hallaban ciertamente sorprendidos pero el precio era tentador y los que aceptaron volvieron a sus casas con las billeteras colmadas, felices como unas pascuas, pensando que con mucho menos podrían volver a comprar otro en el pueblo vecino.
El hombre volvió al día siguiente y ofreció esta vez 200$ por cada asno y nuevamente muchos le vendieron sus animales.
Al día siguiente ofreció comprar a $300 los asnos que aun quedaran en el pueblo.
Como ya no quedaba ninguno ofreció comprar a $500 a quién le llevara uno diciendo que luego se iría. Ante tal cifra los campesinos fueron a buscar asnos en las aldeas vecinas pero también allí todos los asnos habían sido comprados por “alguien” .
Al día siguiente mandó al pueblo a su socio, a quién nadie conocía con la recua de asnos que había comprado con la orden de vender cada bestia a $ 400.....
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