Pierre Charasse
La Jornada
A10 años de los
atentados del 11/9/2001, se puede apreciar a qué punto sus consecuencias
cambiaron la marcha del mundo. Después del colapso la URSS, en 1989,
era lógico pensar que el mundo entraba en una nueva era, pasando del
bipolar
equilibrio del terrora una multiplicación de los centros de poder. Pero pasó exactamente lo contrario: el campo socialista y el tercer mundo desaparecieron como grupos organizados y los países occidentales empezaron a cerrar filas detrás de Estados Unidos para apoyar el proceso de globalización cuyo centro ideológico estaba en Washington, controlar lo que quedaba del poderío militar de Rusia y limitar el auge de China. Después de la disolución del Pacto de Varsovia, la OTAN, lejos de debilitarse, incorporó a nuevos miembros europeos y paralelamente Washington presionó a los europeos para ampliar la Unión Europea (UE) al este en el marco de una estrategia de fortalecimiento de un nuevo espacio transatlántico con una extensión de su zona de intervención militar al mundo entero. En pocos años, el proyecto europeo cambió totalmente de naturaleza y a pesar de una cierta resistencia de Francia, que quería salvar algo de la tradición gaullista de independencia, la UE renunció a ser un posible contrapeso a la
hiperpotenciaestadunidense. Se sabe de antemano que en cualquier crisis internacional la UE estará al lado de Estados Unidos o se abstendrá de criticarlo, como se puede ver en el debate actual sobre el reconocimiento de Palestina en la ONU.....
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