Doctor en Ciencias de la Comunicación
Público
Tras un verano de gran convulsión
financiera, el primer ministro francés, François Fillon, anunció el jueves 24
de agosto un plan de medidas económicas dirigido a respetar el pacto de
competitividad europeo. Según algunos expertos, el Gobierno francés debía optar
entre proponer una verdadera estrategia de cooperación europea capaz de
estimular el crecimiento y relanzar la economía de toda la zona o aplicar
nuevas medidas de austeridad con las que tratar de equilibrar las finanzas
públicas del país. El plan propuesto por el primer ministro, en la línea de los
demás países europeos, supone una renuncia a la estrategia de cooperación en
favor de medidas nacionales de austeridad dirigidas a tranquilizar a los
mercados (y a las agencias de notación). Con el mismo objetivo de calmar a los
mercados, el Gobierno de Zapatero aprobó, en un acuerdo histórico con el
principal partido de la oposición, una modificación constitucional, y dentro de
poco es posible que se organice la quiebra del Estado griego. Así, como
consecuencia de una falta alarmante de liderazgo político, la actual crisis
económica y financiera nos está recordando la incidencia de la evaluación en la
propia realidad evaluada.
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