Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
La respuesta de la UE a la crisis económica está encaminando a los
Estados miembros hacia un modelo de austeridad permanente, incluyendo
ataques generalizados contra los derechos sociales. Para impedir
cualquier resistencia, el objetivo del modelo que está proponiendo la UE
es minimizar o incluso librarse completamente de toda interferencia
democrática. Esto queda claro desde la perspectiva general de las
iniciativas legislativas que se han adoptado desde que empezó la
eurocrisis o que se espera que se adopten de forma inminente.
Los
cambios han golpeado a la gente como una tormenta repentina. En menos de
dos años la Unión Europea se ha puesto en la vía de implementar una
política económica y fiscal común dominada por una serie de medidas,
algunas de ellas legislativas, pensadas para hacer que los Estados
miembros se adhieran a programas de austeridad y atacar derechos
sociales trabajosamente ganados.
Los paquetes de préstamos a
Irlanda, Grecia y Portugal, y las exigencias que van unidas a ellos han
puesto a estos países bajo una administración de facto de Bruselas y del
FMI. En Grecia los salarios se han recortado una media del 20% en el
sector público, 150.000 funcionarios se enfrentan al cese y se están
privatizando infraestructuras como puertos y las compañías públicas de
publicidad. Se ha hecho retroceder el poder adquisitivo de los salarios
más bajos al nivel de la década de 1980. En Portugal se ha obligado al
gobierno a comprometerse a reducir el déficit desde el 9.,% del PNB a
finales de 2010 hasta el 3% en 2013. Tres años con recortes
generalizados. Mientras tanto, para evitar un programa de préstamo
similar el gobierno español ha adoptado un programa de austeridad
igualmente severo (rápidas reducciones del déficit, recortes salariales y
ataques a la seguridad en el puesto de trabajo y a las pensiones)......
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