Juan Torres
Sistema Digital
La crisis se ha llevado por delante muchos principios morales y
jurídicos y ha dejado en la cuneta el disfrute de derechos sociales y
humanos fundamentales, pero si alguna de las injusticias que se vienen
cometiendo destaca sobremanera me parece que es el trato que están
recibiendo las personas y familias que pierden su vivienda por culpa de
una crisis que no han provocado.
Los últimos datos permiten prever que a finales de año llegarán a ser
unas 300.000, una cifra posiblemente menor a la real y que en cualquier
caso no refleja el daño total que han provocado en el patrimonio
familiar de las clases trabajadoras las condiciones leoninas que han
acompañado a miles de contratos hipotecarios.
Muchas de esas familias no solo han perdido la vivienda sino que
además siguen pagando la diferencia entre el préstamo recibido (con una
tasación al alza de vivienda de por medio) y el valor de ejecución (que
suele tasarse, por el contrario, muy a la baja, mucho más de lo que en
realidad disminuyen los precios de mercado).
Es una verdadera vergüenza que en todos estos años ni el gobierno ni
el principal partido de la oposición se hayan puesto de acuerdo para
afrontar este drama y para evitar, de forma efectiva modificando la Ley
Hipotecaria y no con los parches que solo a última hora se han querido
poner, que el derecho a la vivienda que pregona la Constitución se
convierta también en humo.......
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