mediapart.fr / Rebelión
Traducido para Rebelión por Susana Merino
Frente a un nuevo fenómeno, las palabras se apresuran a nombrarlo hasta 
que alguna de ellas termina por imponerse. Es lo que sucedió en francés 
con el término “altermundismo”. Entró en el campo político entre el 2001
 y el 2002. Nombrando a la nebulosa mundial de organizaciones y de redes
 que poco a poco se fueron reconociendo en el eslogan de los Foros 
Sociales Mundiales “Otro mundo es posible” adoptado por la organización 
Attac (creada en junio de 1998) surgida de un artículo de Ignacio 
Ramonet en Le Monde diplomatique de mayo de 1998. Se halla 
íntimamente vinculada a momentos de alta visibilidad mediática como 
fueron los Foros, desde el realizado en Porto Alegre en 2001 y las 
grandes manifestaciones contra la OMC, el FMI, el Banco Mundial, etc. 
desde Seattle en diciembre de 1999. 
El “Altermundialismo” sucedió al 
“antimundialismo”, concretando el paso desde una posición de simple 
rechazo a la mundialización liberal a la proposición de políticas 
alternativas. Una manera de contradecir el famoso TINA (There is no 
alternative) de Margaret Thatcher. 
En enero de 2008, la revista Utopie critique y Mémoire des Luttes propusieron el concepto de “post-altermundismo” (2)  dest
Y
 he aquí que acaba de hacer irrupción en el léxico político francés un 
nuevo concepto aunque alineado sin embargo al anterior: el de 
“desmundialización”. Se ha desarrollado en por lo menos tres libros 
recientes: el de Georges Corm, “Le nouveau gouvernement du monde” (La découverte 2010), “ La démondialisation” (Seuil 2011) de Jacques Sapir y el de Armand de Montebourg “Votez pour la démondialisation”
 con prefacio de Emmanuel Todd (Flammarion 2011).....
 

 
No hay comentarios:
Publicar un comentario