Antonio Gallegos
Rebelión
Rebelión
 Resulta difícil explicarse nuestra sociedad y la situación en la que nos
 encontramos si no es interpretándola como una pesada broma que alguien 
nos está gastando. Y en cierto modo, así es. 
Ante esta broma, hacen 
falta respuestas racionales que planteen alternativas no ya para cambiar
 el sistema, sino para volver a él.
La ofensiva antisistema ha 
surgido de los mercados, del sistema bancario y de los políticos 
neoliberales, y a estos últimos se han incorporado incluso los que 
habían sido elegidos para defender el sistema social. No es mucho lo que
 podíamos esperar del Partido Popular, evolución forzada de aquellos 
gobernantes primitivos e ignorantes que nos guiaron durante la 
dictadura. Los planteamientos de sus dirigentes, si bien reaccionarios y
 antisolidarios, al menos son sinceros. Sin embargo, causa mucho más 
estupor asistir a la evolución inaudita del Partido Socialista Obrero 
Español. El partido en su totalidad ha faltado al pacto 
antitransfuguismo, pasando la totalidad de sus miembros a las filas 
neoliberales, y raptando el voto de los ciudadanos de izquierda o 
centro-izquierda que confiaron en ellos.
Los antisistema visten 
traje y corbata, controlan el sistema financiero, se infiltran –hasta 
llegar a coparlo prácticamente- en el congreso, el parlamento, las 
diputaciones y los ayuntamientos. Frecuentemente también se introducen 
en ONGs y organizaciones sociales, sindicales o ecologistas, para 
redirigirlas de modo que parezca que actúan cuando en realidad 
permanecen pasivas.
Estos antisistema no tienen el pelo largo, ni
 viven de la artesanía ni se hacen acompañar por “chuchos”, sino que 
apestan a colonia cara, malhumor y egoísmo. Viven de nosotros, de 
nuestros sueldos y del recorte de nuestros derechos. Y aún con todo, les
 damos dinero público en un ejercicio de socialismo con los poderosos 
(socializar sus pérdidas), mientras avanzamos en la privatización de sus
 beneficios......
 

 
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