John Saxe-Fernández
La Jornada
Aumenta el peligro de un acople depresivo global, y con ello
de más agravamientos económico-militares de potencialidad devastadora.
Los síntomas, aunque iniciales, van desde el impacto político-financiero
de un festín plutocrático por ¡16 billones de dólares!, una
macro-estafa develada en la primera auditoría jamás realizada a la
Reserva Federal (Fed), hasta el freno en la recuperación de Estados
Unidos, la agudización de la crisis deudora europea e inadmisibles
agresiones a trabajadores, estudiantes, campesinos y clase media, por
medio de la mayor austeridad fiscal desde la Segunda Guerra Mundial,
¡junto a la mayor derrama y mimo a los altos círculos
bancario-financieros registrada en la historia moderna!
Los préstamos secretos de la Reserva Federal (ver A. Borón, alainet.org),
entidad semi privada fundada en 1913 que funge como banco central, a
favor de grandes corporativos financieros de Estados Unidos, Europa y
Asia ¿son legales? ¿contaron con autorización legislativa y del
Ejecutivo? ¿Cuáles fueron los criterios de selección de los afortunados,
en lo que a todas luces es la mayor expresión, hasta ahora, de la
guerra global de clases desatada por la plutocracia? Indigna la
opacidad, el silencio cómplice de los medios y la impunidad de
amiguetes. La codicia y el hambre se desbordan. La paz social y la
economía se desploman: no repuntan ni con los amañados rescates
oficiales ni con los 16 billones de la Reserva Federal.
El deterioro económico-social y moral que acompaña al manejo clasista
de la crisis en Estados Unidos y Europa, además de agudo, se
internacionaliza y retroalimenta: hace poco Nouriel Roubini dijo a
Bloomberg que en 2012 la probabilidad de recesión en Estados Unidos es
de 60 por ciento y que mucha de la munición para enfrentarla ya se había
usado, lo que también acotó Christine Lagarde del Fondo Monetario
Internacional, mientras aumenta la explosividad social.....
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