Marcos Roitman Rosenmann
La Jornada
En España asistimos a una bochornosa situación, el recorte en los
presupuestos generales del Estado destinados a sanidad. El problema se
llama externalización, eufemismo para negar que asistimos a una
privatización de recursos fiscales. Financiamiento público para lucro
privado. Ese es el misterio. Hacerlo posible supuso crear una ley ex
profeso, conocida como ley 15/1997, aprobada por el PSOE y el PP, y la
complicidad de la mayoría de los grupos parlamentarios, excepto
Izquierda Unida y el Bloque Nacionalista Gallego. Dicha ley autoriza la
gestión y administración de la salud a cualesquiera entidades de
naturaleza o titularidad pública admitida en derecho; ese es el quid de
la cuestión, facilitar la provisión de servicios sanitarios a cualquier
empresa privada.
Cabría esperar vergüenza torera cuando el objetivo
apunta a desmantelar la sanidad pública. Pero se regodean, siendo
habitual escuchar a los dirigentes de los grandes partidos políticos
declarar con la boca chica que la sanidad pública no está en peligro,
mientras a espaldas de la ciudadanía abren las puertas a entidades
financieras y empresas constructoras, que espantadas de la crisis
prefieren invertir sobre seguro en el área de la salud.
Varias
son las formas utilizadas para legitimar el desembarco de los
especuladores en sanidad. La primera, una tríada, señalar el colapso, la
ineficacia y la insostenibilidad del actual modelo de salud pública,
obliga a una reforma en profundidad si se quiere gozar de un sistema
eficiente y seguro. Una vez introducido el tridente argumentativo, se
habla del despilfarro y el gasto compulsivo fruto de una mala gestión.
Lo mejor es racionalizar los recursos. palabra mágica. Lo dicho
justifica cerrar los centros
menos rentablesy vender las instalaciones para recaudar fondos y aminorar el déficit público. Edificios, centros de salud, laboratorios, incluso hospitales son rematados o alquilados. Sólo en Cataluña se han clausurado las urgencias nocturnas en más 40 centros de asistencia primaria, todos ellos en barrios populares.....
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