Manuel G. Sesma
Migajas
Hará cosa de una semana, escribí
en mi blog un artículo titulado "Algo no encaja". En él trataba de
explicarme a mí mismo la inquietante asignación por parte de la EBA de las
exigencias de recapitalización bancaria.
La mayoría esperaba que, si el
problema era que Grecia se había convertido en un valor de alto riesgo, los
bancos que más deuda griega tenían en sus carteras (en este caso bancos
alemanes y franceses) fueran los primeros en la lista donde se detallaban las
exigencias de recapitalización. Pero la sorpresa fue que este primer puesto se
lo llevaron los bancos griegos y españoles.
Este hecho empezó a levantar
sospechas. Porque efectivamente algo no encajaba. Algunos analistas llegaron a la
conclusión de que el verdadero problema que amenazaba al
euro seguía siendo aquel remanente procedente de las hipotecas basura, que la opinión
pública tenía ya casi en el olvidadero.
Esta teoría se apoyaba
en el hecho descubierto de que el banco franco-belga, Dexia, no había quebrado
tanto por su tenencia de deuda griega como por su tenencia de activos tóxicos
derivados de las subprime. De ahí se
dedujo que los bancos españoles, tremendamente expuestos al ladrillo, eran los
que más urgía sanear, esto es, recapitalizar.
Hasta aquí todo bien. Pero
resulta que en este puzzle quedaba una pieza por encajar. Y visionando hoy,
casi por casualidad, unos vídeos del catedrático de economía Julián Pavón y el
vídeo resumen de la crisis del programa Redes, creo haber encontrado la pieza
que faltaba.
La pregunta es sencilla: ¿Por qué
le interesa a la cúpula europea que los bancos españoles se recapitalicen más
que el resto? Pues creo que es así porque le interesa al país más poderoso
de la UE a fecha de hoy, que es Alemania. Resulta que los bancos alemanes han
sido durante la época del boom inmobiliario los principales actores de crédito
de los bancos españoles. Y como dijo Margaret Thatcher en su día, esos bancos
alemanes quieren su dinero de vuelta.
De ahí que les interese más que a nadie que la EBA exija más recapitalización a
los bancos españoles que a sus propios bancos. Pues si los bancos españoles van
bien, eso repercute directamente en los bancos alemanes, que son sus
principales acreedores....
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