La Jornada
Los esclavos del siglo
XXI, los migrantes irregulares, indocumentados o ilegales, según se les
quiera o acostumbre llamar, han empezado a despertar, a salir sus
escondrijos, a dejarse ver, a protestar. Se trata de un sector de la
sociedad contemporánea, ya caracterizado por el viejo Marx como un
ejército industrial de reserva, pero al que nunca se le concedió
potencial revolucionario, no formaban parte de la clase obrera predestinada a la vanguardia de la lucha social.
Propiamente son un ejército laboral de reserva, no sólo industrial,
ya que están dispuestos y esperando la oportunidad para laborar en
cualquier sector del mercado secundario de trabajo: agricultura,
servicios, manufactura, trabajos manuales y eventuales, servicios
particulares y domésticos. Todo aquello que los nativos no quieren hacer
y donde siempre hay alguien de fuera dispuesto a hacerlo.
En el lugar de destino los migrantes aceptan todo tipo de trabajos y condiciones laborales incluso aquellas labores que no estarían dispuestos a hacer en su lugar de origen. La explicación de esta aparente paradoja la develó Michael Piore en su famoso libro Birds of passage. Piore afirma que el salario tiene dos componentes: uno económico y otro social......
En el lugar de destino los migrantes aceptan todo tipo de trabajos y condiciones laborales incluso aquellas labores que no estarían dispuestos a hacer en su lugar de origen. La explicación de esta aparente paradoja la develó Michael Piore en su famoso libro Birds of passage. Piore afirma que el salario tiene dos componentes: uno económico y otro social......
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