Guillermo Almeyra
La Jornada
Alemania, Países Bajos y
Luxemburgo, en Europa Occidental, más Finlandia, Estonia y Polonia son
los únicos países de la Unión Europea (UE) que –todavía– no tienen el
agua al cuello. La burbuja de las hipotecas tóxicas en Estados Unidos
golpeó fuertemente a los bancos europeos que, a su vez, fomentaron
irresponsablemente la toma de créditos por los países de la UE y
absorbieron en cambio bonos basura.
Ahora, cuando el crecimiento del producto bruto interno en el último
trimestre es ínfimo en muchos grandes países (0.5 en Estados Unidos, 0.4
en Francia y España, 0 en Italia) o sea, cuando los respectivos Estados
ven disminuir los ingresos per cápita de sus habitantes y no tienen los
recursos para crecer, los servicios de la deuda les resultan
insoportables. El dúo
Merkozy (Merkel más Sarkozy) propone dar a
los países europeos en situación crítica mayor más préstamos pero
controlando sus respectivas economías y reduciendo otro poco sus
soberanías. Y el capital financiero internacional, como Shylock, el
Mercader de Venecia, quiere cobrarse directamente la libra de carne
ofrecida como garantía por los deudores y pone directamente en los
gobiernos de sus víctimas, como en Grecia, o en Italia, a sus hombres de
confianza....
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