http://tisuquiearth.
Hace unos días a un miembro de la Real Academia de la Lengua Española le
preguntaban sobre el significado del término. No respondió con evasivas
y derechamente dijo que no podía explicarlo, arguyó en su defensa, que
aún no estaba en el diccionario y que para que una palabra pueda
descansar en él, tienen que pasar por lo menos ocho años. Menos mal que
no osaron preguntarle a un miembro de la Real Academia de la historia
española, que en una interpretación personalísima hubiera quizás
confundido los hechos para terminar hablando de que hace mucho tiempo
Franco, ya había llamado la atención sobre el asunto. En la calle, la
típica muestra televisiva sin mayor certeza real comprobó que nadie
tiene puñetera idea de lo que significa la prima de riesgo.
La prima de qui?
inquirió extrañado un jubilado catalán mientras acariciaba la bola de
petanca que descansaba en su regazo. Aquí en el barrio la mayoría
seguimos siendo primas, respondió una vecina del Albaicín, a la paya
reportera. Un grupo de chavales que mataba el tiempo en una plaza de
extrarradio de Madrid confundieron a la prima de riesgo con la prima del
Riesco y ahí los comentarios subieron de tono y el micrófono se apagó.
Una pareja de cuarenta que salía de unos grandes almacenes esbozó un
campo semántico económico, para luego, apresurarse a decir-siempre con
semblante desafiante- que gracias a dios, ellos no estaban en crisis. Y
por último, un inmigrante que currículo en mano buscaba trabajo
desesperadamente para renovar sus papeles, comentó al paso que a él no
le interesaba la política porque había venido exclusivamente a trabajar.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario