Edmundo Fayanás Escuer
Rebelión
España es un país sin petróleo, ni uranio, ni gas. Posee carbón de mala
calidad y muy contaminante. Esto provoca una situación de debilidad y
dependencia energética del exterior, colocándonos a expensas de la
especulación de los mercados o de las crisis internacionales
energéticas. Sirva como ejemplo, que la denominada “primavera árabe” nos va a costar en el año 2011 el 1,5% del PIB nacional, unos 15.000 millones de euros.
Podemos
afirmar, que los tiempos del petróleo barato se han acabado (ver los
informes de la Agencia Internacional de la Energía), debido a su próxima
escasez. La situación energética, como podemos ver es complicada. A
ello debemos añadir el cambio climático, que es un problema real y de
efectos inmediatos, por lo cual estamos obligados a un nuevo modelo
energético, basado en la sostenibilidad económica y ambiental.
La
realidad energética nos habla de reservas de petróleo que se agotarán
antes de cuarenta años, las de gas en sesenta años, las de uranio antes
de ochenta años y el carbón se da de bruces con el cambio climático. A
todo este panorama pesimista, estamos asistiendo a que países como
China, India, Brasil……… están demandando cada vez mayor cantidad de
energía para su desarrollo, con lo que acelerara todo el proceso
energético.
Una de las grandes carencias que como país hemos
tenido es la falta de una verdadera política energética. Tanto el
Partido Popular como el Partido Socialista, hacen sus planes sin ninguna
conexión unos de otros. Una política mínimamente coherente ha de tener
una visión de entre quince y veinte años. El tener una política
energética coherente es una cuestión clave para nuestro futuro como
país, para garantizar la seguridad y soberanía.
España no es hoy
capaz de reunir los cuatro aspectos básicos de la sostenibilidad
energética: coste asequible, abundancia, limpieza medioambiental y
seguridad de suministro. ......
No hay comentarios:
Publicar un comentario