miércoles, 23 de noviembre de 2011

De la presidencia imperial a la dictadura financiera

José Blanco
La Jornada
 
La era oscurantista que vivimos la inmensa mayor parte de la humanidad es resultado del poder absoluto del dinero, de la dictadura financiera (de la ralea de los banqueros centrales y privados, de las agencias calificadoras y empresas financieras adláteres), que han reprimido, subyugado y finalmente domesticado a la política-política. La democracia languidece, el Estado está impedido de representar al interés general.
 
Un poco de historia. En 1898 Estados Unidos inicia la ruta que llevará a los estadunidenses a referirse a la presidencia de su país como presidencia imperial. En ese año la Casa Blanca y el Congreso declararon la guerra a España, cuyo propósito era ocupar Cuba, Puerto Rico y Filipinas. A este impulso le siguió la adquisición de Hawai y la construcción del Canal de Panamá; fueron puntos claves para proyectar a la nueva gran potencia hacia Europa y Asia, respectivamente. Su crecimiento espectacular le permitió tejer una relación especial con el Reino Unido y sentar las bases de su gran expansión mundial en el siglo XX.

La tarea de la presidencia imperial consistiría en la creación de las instituciones para gobernar un orden de dominación multinacional jerárquico. La cabeza del imperio, Washington, garantizaría la seguridad y la estabilidad interna de sus partes constituyentes, extraer ingresos para pagar su mantenimiento (armas, corrupción de políticos, formación de ejércitos), asimilar culturalmente especialmente a las élites políticas y económicas de las sociedades súbditas del imperio. Desde la cabeza del imperio a los estados sometidos se le llamó, gobiernos aliados.....

No hay comentarios: