sábado, 14 de julio de 2012

Alguien se está forrando con la crisis

Juan Fco Martín Seco
República.com 
 
Las crisis económicas -y por supuesto la actual- están circundadas de todo un cúmulo de mitos que sirven para ocultar la realidad. Se suele hablar de ellas como si se tratase de terremotos, huracanes o inundaciones, fuerzas de la naturaleza, imposibles de prever y controlar. Se utiliza para eludir culpabilidades y conseguir que los ciudadanos acepten como necesarias medidas que en otras circunstancias jamás asumirían. Lo cierto es que sí tienen culpables y, es más, la responsabilidad puede extenderse hacia atrás en el tiempo en un plazo muy prolongado. La responsabilidad de la crisis que padecemos hoy no se puede restringir únicamente al Gobierno de Rajoy, ni siquiera al de Rodríguez Zapatero, hay que remontarse también a los de Aznar, e incluso a los de Felipe González. La causa de los graves problemas actuales se encuentra en buena medida en la Unión Monetaria y en el Tratado de Maastricht. Pero lo que sí es, sin duda, de responsabilidad exclusiva de los Gobiernos de Rajoy y de Zapatero es la respuesta que se está dando a la crisis.
 
Se maneja otra fábula, la del golpe en el pecho, achacando el origen de las dificultades presentes a que todos hemos vivido en el pasado por encima de nuestras posibilidades. Dicho así parece una estupidez, porque dónde está el límite de las posibilidades de cada uno. Desde luego, no se puede aplicar al sector público, que con anterioridad a la crisis presentaba superávit; y en cuanto al sector privado, el reparto en la época de aparente prosperidad ha sido muy desigual. La distribución funcional de la renta ha evolucionado a lo largo de todos esos años en contra de la retribución de los trabajadores y a favor del excedente empresarial. Son los precios los que han subido por encima de los precios alemanes y no los salarios reales, que se han mantenido por debajo.
 
Otra fábula se relaciona con la anterior. Como todos hemos pecado, todos debemos ahora sacrificarnos. Pero lo cierto es que también el coste se está distribuyendo de forma muy desigual y de manera asimétrica a cómo los años anteriores se repartieron las ganancias. Veamos algunos datos que no cuadran. Desde 2007 hasta el 2011 el PIB real ha decrecido alrededor del 3,8%, pero en precios corrientes se ha incrementado aproximadamente en el 1,9%......

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