Guillem Martínez
Diagonal
"Los gobiernos han hecho con las palabras en los
últimos 35 años lo que han querido, pero han
perdido el monopolio para hablar de democracia".
Quizá no ha pasado mucho
en los dos últimos
años. O quizá, incluso,
ha pasado lo más
importante. Lo más
importante: ha finalizado una
época en la que cualquier gobierno
colaba, a través de una cultura
especializada en crear cohesión y
endarle la razóna cualquier gobierno,
cualquier mensaje. Parece una
tontería, pero esto es la pera.
Es importante constatar que
cualquier intento comunicativo de
un gobierno para construir una
explicación, un nombre a lo que
hace, no sólo acostumbra a fracasar,
sino que viene, además, desprovisto
del palabro ‘democracia’.
Algo absolutamente exótico hace
un par de años, cuando el Estado
disponía de esa palabra en régimen
de monopolio. Podía explicar
lo que era democrático o no.
Podía excluir o incluir del campo
semántico democrático cualquier
conducta, idea o grupo en un
plis-plas. El hecho de que hoy no
pueda jugar con ese juguete
orienta hacia una debilidad cultural
gubernamental.....
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