Silvia Ribeiro.
La Jornada
Los resultados de la
conferencia mundial de cambio climático realizada a principios de
diciembre en Durban, Sudáfrica, son una condena a la humanidad,
especialmente a los países del Sur más afectados por el caos climático,
mientras que los grandes contaminadores evadieron cualquier
responsabilidad u obligación y aseguraron los mercados de carbono para
seguir lucrando con falsas soluciones a la crisis. Como denunció la red
internacional Justicia Climática Ahora, significó el establecimiento de
un apartheid climático global para mantener los privilegios de una
minoría a costa de todos los demás.
El problema nodal es la ausencia de medidas para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero, lo que llevará a un aumento
mínimo de 4 grados en la temperatura media global en tan sólo unas
décadas. En el último siglo, el capitalismo industrial provocó un
aumento de la temperatura promedio de 0.8 grados centígrados, que se
traduce en desarreglos climáticos, como huracanes, sequías,
inundaciones, menor rendimiento de cultivos, derretimiento de glaciares y
de hielos permanentes que liberan grandes cantidades de metano, gas que
tiene 20 veces peor efecto invernadero que el dióxido de carbono. Según
los reportes científicos del Panel Intergubernamental de Cambio
Climático (IPCC), para que el aumento de la temperatura no supere los 2
grados centígrados al 2100, es necesario reducir las emisiones de gases
de 25 a 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990. Un aumento de 2
grados tendría consecuencias devastadoras para muchos países, incluso
podrían desaparecer estados insulares. Cuatro grados es más de lo
imaginable y en algunas zonas, como las más secas de África, se
traduciría en aumentos de 7-8 grados....
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