John Saxe Fernández
La Jornada
A pocos sorprendió la
exclusión de la ciencia y de los avances de las investigaciones sobre el
agudo deterioro climático en la reciente COP-17 realizada en Durban,
Sudáfrica. Como en los cónclaves de Copenhague y Cancún, los principales
contaminadores, encabezados por Estados Unidos, bloquearon toda medida y
compromiso vinculante efectivo y, además, se incomodan con la avalancha
de evidencia científica sobre los efectos ambientales y
socio-económicos del actual patrón tecnológico-energético, centrado en
mercantilizar y especular con los recursos naturales y aún con la
atmósfera por medio del mercado de bonos de carbono.
En Durban prosiguió el business as usual impulsado por el cabildo fósil (carbón, gas, petróleo), orientado al debilitamiento o reversión –como ocurrió con el retiro de Canadá del Acuerdo de Kyoto–, de todo acuerdo vinculante con la reducción de gases con efecto invernadero (GEI)......
No hay comentarios:
Publicar un comentario