Victor Romero.
Levante
Representa ya cerca del 2,5 % del
Producto Interior Bruto y sigue creciendo. El negocio de la sanidad
privada se está reorganizando para sostener su auge. El sector sufre una
progresiva concentración al calor de los fondos de capital riesgo. Los
recortes que preparan las administraciones públicas auguran nuevos
conciertos y privatizaciones y allanan el camino para la consolidación
de la oferta.
Capio España afianzará su liderazgo nacional si se concreta la
compra de Ribera Salud, que quedará ya fuera de la órbita de poder
valenciano.
El pasado viernes, la presidenta de Castilla-La Mancha, la popular María Dolores de Cospedal, anunció sin complejos y justificándose en la crisis económica la privatización de la gestión de cuatro hospitales públicos manchegos: Almansa, Villarrobledo, Manzanares y Tomelloso. «Los ciudadanos no van a notar cuando entren en un centro sanitario nada diferente de lo que notan ahora», manifestó para añadir además que su Gobierno recurrirá a la fórmula público-privada para construir los hospitales previsto en Toledo, Cuenca y Guadalajara. De una tacada, Cospedal va a poner en el mercado siete centros hospitalarios bajo fórmulas que en el sector denominan Private Finance Iniciative (PFI) y Public Private Partnerships (PPP). O lo que es lo mismo la cesión de la construcción de un centro y la prestación de servicios no clínicos a la iniciativa privada a cambio de un canon o directamente la enajenación total de todos los servicios, el que parece que va a ser el caso de los hospitales manchegos ya construidos....
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