Pepe Martínez
Apuntes para la reflexión sanitaria
Con las entradas anteriores
he tratado de argumentar las razones por las que podemos decir que tenemos un buen
sistema sanitario; es tiempo de preguntarnos si mantenerlo nos cuesta demasiado
o, dicho en otros términos, ¿lo podemos pagar?
Para responder a ello, creo
necesario iniciar el razonamiento con algunos datos relacionados con la
situación global del gasto público en España. Empleo las estadísticas
publicadas por Eurostat 2011 (referida a las finanzas públicas de los países de la UE en 2010):
1. Gasto
Público Total
¿Y esto qué significa?
Pongamos como ejemplo Alemania. Por dar algunos datos, a un ciudadano alemán le
cuesta la matrícula universitaria 70 € al semestre (en España entre 1.000 y
1.500 € por matrícula anual); todas las familias alemanas reciben de la
república más de 150 € mensuales por cada hijo que tienen hasta que cumple los
18 o hasta los 25 años si continua estudiando (en España hubo un cheque bebé único
de 2.500 € que desapareció nada más comenzar la crisis[1]).
Por último, un ejemplo más, un piso de alquiler en el centro de Berlín se puede
encontrar por 400 €[2]
(¿y en España?). Ahora que nos están vendiendo lo bien que lo hace Alemania, no
estaría de más que nos informaran no solo de sus recortes, sino también de lo
que no recortan. El salario medio anual de los trabajadores a tiempo completo
(2009) en Alemania llega a 41.100 € brutos mientras que en España apenas llega
a 26.316 que es incluso inferior al de los griegos (29.160) o franceses (34.132),
por no hablar de irlandeses, daneses, noruegos o luxemburgueses que lo duplican[3] Un
último comentario, los famosos minijobs. En realidad son sobresueldos a los que
pueden acogerse desde estudiantes a trabajadores incluso en activo para mejorar
su situación personal o familiar y están perfectamente regulados, tienen una
máximo de 50 horas mensuales que se paga a 8 € (tope en 400€/mes) y no
establecen más compromiso que regular la situación de un trabajador que trabaja
por horas sueltas a una empresa (ejemplo, un estudiante que trabaja de camarero
2 horas al día en un restaurante o un contable que le lleva las cuentas fuera
de su jornada laboral a una pequeña empresa); por lo tanto NO son un contrato
de trabajo tal cual quieren vendérnoslo.......
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