Tomás Iglesias
Rankia
Ayer trataba
de explicar que cuando se habla de que las entidades financieras deben
reconocer pérdidas, o sacar los esqueletos del armario, (como hoy
lo ha llamado el ministro de finanzas sueco), se hablaba de una
falsedad en el balance, derivada de la invención de unos beneficios en
el pasado. Me gustaría repasar algunos de los métodos más cercanos
para conseguir generar estos beneficios. Lo curioso del caso es como se
logran generar estos beneficios falsos a costa del sufrimiento de
todos.
Por un lado, tenemos el caso de la deuda pública. Los bancos han
estado especulando con deuda pública de forma continuada y reiterada.
Es bastante conocido el proceso de conseguir financiación barata del
Banco Central Europeo, (u otros Bancos Centrales), usando los títulos
de deuda pública como garantía. De esta forma, se consigue invertir a
tipos elevados, (ahora superiores al 6%), el dinero que obtienen del
BCE al 1,25%. Pero en lo que nadie parece reparar es que el
significado de que la deuda pública, son títulos, y por tanto al final
lo que se está consiguiendo es un proceso donde el dinero sale de los
bancos centrales hacía los bancos comerciales, para llegar a los países
con una gran sangría por el camino, mediante un proceso que va
exactamente al revés de este proceso.
Es decir, el país emite deuda, que las entidades financieras tienen
que comprar con descuentos y luego hay que hacer lo necesario para que o
bien el país o bien el banco central de turno logre comprar estos
títulos a un precio mayor.....
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